Carta a los Belenistas 2009
La vida inefable de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) se refleja con diversos matices en las distintas realidades creadas.
A su imagen se va construyendo la Iglesia Católica, el Cuerpo de Cristo, la familia de los hijos de Dios, comunidad de vida y amor que se concreta en nuestra Diócesis y en todas y cada una de las parroquias, comunidades eclesiales y familias.
También se muestran los destellos de la Trinidad en la sociedad humana cuando impera la verdad, es usada la libertad para el bien y se embellece el mundo con el amor y la paz. Para este fin Dios promueve el amor matrimonial y la familia como imagen de la misma vida intratrinitaria.
Pero además de todo lo indicado, una laudable tradición muy arraigada en nuestro pueblo es la de instalar en las casas, en las iglesias y también en los centros públicos y lugares de trabajo el “belén” o “nacimiento”, que recuerda y ayuda a vivir el misterio de la Navidad que se encarna en la Familia de Nazaret (Jesús, María y José) y que constituye un especial icono de la Santísima Trinidad en la que todo es Amor.
Por todo ello, mis queridos amigos, os animo a que sigáis trabajando tanto el aspecto artístico como religioso de esta bella tradición, de modo que así facilitéis, a niños y adultos, la comprensión de lo que significa el misterio de “Dios hecho hombre” para nuestra salvación.
Con mi bendición y todo afecto,
Mons. Juan Antonio Reig Pla, Obispo de Alcalá de Henares